02 -12-2000 - Pieza del mes de septiembre 2002
Virgen con el Niño
Alonso Cano (1601-1667)
Óleo sobre lienzo
91 x 76 cm
Colegiata de San Antolín. Medina del Campo
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Virgen con el Niño.Cano (1601-1667). Óleo sobre lienzo.
91 x 76 cm. Colegiata de San Antolín. Medina del Campo |
Con motivo del IV centenario del nacimiento del pintor granadino Alonso Cano (1601-1667), la Fundación Museo de las Ferias quiere unirse a los actos conmemorativos celebrados en varias ciudades españolas exponiendo, como “Pieza del Mes” de septiembre, la única obra de este artista que se halla en Medina del Campo: el lienzo de la Virgen con Niño, conservado en la Colegiata de San Antolín.
Alonso Cano, pintor, escultor y arquitecto que gozó de la protección real de Felipe IV y del omnipotente Conde Duque de Olivares, desarrolla su creación artística entre Sevilla, Madrid y Granada. En la primera de estas ciudades se forma, al igual que Velázquez, en el taller de Francisco Pacheco; en 1638 llega a la Corte madrileña donde conoce de primera mano las grandes obras de las colecciones reales, circunstancia que, sin duda, influye notablemente en su producción artística posterior; la última década de su vida transcurre en su Granada natal, ciudad donde, entre otras obras, proyecta la fachada principal de su catedral, de cuyo cabildo fue beneficiado.
El lienzo de la Virgen con el Niño, ha sido estudiado recientemente por Jesús Urrea, Director del Museo Nacional de Escultura, para la exposición “Alonso Cano. La Modernidad del Siglo de Oro Español”, organizada por la Junta de Andalucía y la Fundación Santander Central Hispano. Al citado especialista corresponden los siguientes párrafos sobre esta obra de Cano:
"Tan deliciosa composición, de la que no existen precedentes en la obra del artista granadino, aunque tratase en diversas ocasiones el tema de María sosteniendo en brazos a su Hijo niño, parece derivar de un esquema renacentista cuyo punto de partida podría haberlo tomado Cano de la famosísima pintura de Rafael “La Virgen de la Silla”, repetidamente divulgada por grabados, alguno de los cuales pudo utilizar el pintor para introducir las variaciones que aporta su propia personalidad.
Por lo que respecta a la figura materna, ésta adopta una postura caprichosa, como sorprendida en un giro o media vuelta para mostrar el Niño al espectador, y su expresión se envuelve en la misma serenidad atemporal de otros modelos de Cano; su rostro ovalado concuerda también con esquemas femeninos repetidamente utilizados por Cano tanto en pintura como en escultura; además, la manera de mostrar el elegante y prolongado cuello de la Virgen concuerda también con distintos ejemplos suyos de belleza femenina. Por lo que respecta a la figura del Niño creo que se trata de uno de los más hermosos pintados por este maestro, tiene su cálida entonación habitual y responde a su tipología más exquisita y apurada.
Nada se sabe sobre la procedencia de esta pintura ni tampoco cómo llegó a la Colegiata medinense. Si bien es cierto que a este templo fueron a parar obras de arte que pertenecieron anteriormente a diferentes iglesias y conventos desaparecidos o desamortizados de esta localidad, también pudo haber sido donada por algún canónigo relacionado con el mundo andaluz o madrileño e incluso sería oportuno recordar que el corregidor de Medina Juan de Zamora Cabreros (+ 1645), alguacil mayor de la Inquisición y regidor también de Valladolid, asistió en Madrid a las Cortes en 1638 y debió mantener algún contacto con diversos pintores, entre ellos Antonio Pereda del que igualmente se conserva una pintura en esta misma Colegiata. Mal restaurada durante el siglo XIX, la pintura se reenteló copiándose entonces el nombre de CANO que figuraba al dorso, repitiendo probablemente el que existiría en el lienzo original. En 1979 figuró en la exposición celebrada por el Museo Nacional de Escultura con motivo del III centenario de la muerte del pintor vallisoletano Antonio de Pereda".
Jesús Urrea
Director del Museo Nacional de Escultura